Elegancia y serenidad son las dos directrices o guías de Almada House, una casa de poco más de 1.600m², donde tanto los espacios interiores y los exteriores están completamente conectados, compartiendo un único suelo en el plano horizontal.
En esta residencia de lujo, intentamos subvertir los estereotipos de lo que se consideran espacios vitales más tradicionales, y para conseguirlo utilizamos no solo una nueva estética, sino también una nueva funcionalidad en cuanto a distribución y circulación. Nuestra meta era que el proyecto tuviera una elegante y relajada, identidad visual, con interiores cómodos y deliciosa mente disfrutables donde todos los espacios son al mismo tiempo independientes, y también conectados por el lenguaje de la casa.